Algunas cosas han ido a mejor desde el 2010. Por lo menos en términos de privacidad. O eso dice el think tank Future of Privacy Forum (FPF), que hace unas semanas publicó un estudio en el que concluye que más de la mitad de los desarrolladores de aplicaciones móviles incluyen en sus productos políticas de protección de datos.

En diciembre del 2010, un artículo del Wall Street Journal detallaba la información personal que algunas aplicaciones móviles enviaban a terceros sin que el usuario fuera consciente de ello, como la ID del teléfono, los contactos de la agenda, la localización y otros datos demográficos como la edad y el sexo.

La situación no es exactamente la misma en junio del 2012. Se siguen enviando datos. Pero se supone que el consumidor es más consciente de ello porque tiene a su alcance la política de privacidad con la que funciona cada aplicación. Y si hace clic para dar su conformidad a los avisos que le envía el teléfono, es que accede a lo que le piden.

De hecho, el informe señala que el 61,3% de las apps ya tiene política de privacidad. De éstas, las gratuitas son las que más han cuidado este aspecto, pues el número de aplicaciones que la incluyen se ha multiplicado por dos desde septiembre del 2011, mientras que las aplicaciones de pago con política de protección de datos sólo ha registrado un incremento del 4% en el Apple Store y del 18% en Google Play.

También es más discreto el porcentaje de las aplicaciones que ponen los términos de la política de privacidad a disposición del usuario dentro de la misma aplicación: Lo hacen el 48% de las gratuitas y el 28% de las de pago en el Apple Store; y el 20% de las gratuitas y el 12% de las de pago en Google Play.

Medidas

En febrero, después del tropiezo de Path, denunciada por acceder sin permiso a la libreta de contactos de los usuarios, Apple, Google, Amazon, Microsoft, HP y RIM acordaron que requerirían a los desarrolladores que incluyeran políticas de privacidad en las aplicaciones para que los usuarios supieran qué datos cedían. Ayudó la presión del fiscal general de California (Estados Unidos). Facebook se sumó a la iniciativa en junio.

Zynga, la compañía creadora de juegos como Farmville o CityVille, empezó igualmente a usar unos avisos telegráficos por puntos en los que deja claro al usuario que accede a la información técnica de su dispositivo, su ID, su dirección IP, su geolocalización y su perfil en las redes sociales si ha accedido a la aplicación desde ellas.

Es un paso. El vicepresidente de FPF, Jules Polonestsky, asegura en varios medios que “los desarrolladores de apps empiezan a entender que acceder a los datos del consumidor es un privilegio y no un derecho”. Aun así, siguen habiendo aplicaciones, como Camera+, de taptaptap.com, muy utilizada por los Instagramers, que recogen la localización del usuario sin dejar clara su política de privacidad. Pero para muchos, sigue siendo más práctico darle al “ok, instalar”.