¿Se pueden poner en venta nuestros datos personales? ¿Podría hacerse en España?

A nadie le ha pasado desapercibido la noticia del «celebgate». Famosas a las cuales les han sustraído sus fotografías y videos más íntimos y tras ello, han manifestado que van a actuar contra quienes los han difundido por redes sociales e Internet en general. ¿Que hubiera pasado si ellas mismas hubieran permitido la filtración de estas imágenes a cambio de un beneficio económico para ellas? ¿Podrían haber puesto en venta su comportamiento en Internet y en aplicaciones móviles?

Pues bien, en EEUU, existe una empresa que ofrece a su clientes acceso a dominios digitales privados de personas que han aceptado a cambio de 100 dolares al mes (74 euros), ceder los movimientos que hacen con su smartphone, tablet u ordenador. La empresa en cuestión, recoge y analiza datos de smartphones y ordenadores de participantes preseleccionados a través de una conexión de red privada y virtual y entonces, los datos se desvían a los servidores de la empresa donde se buscaran los gustos y tendencias en la red de los participantes. La empresa tiene acceso a la localización del smartphone, las webs más visitadas, búsquedas de Google y accesos a redes sociales entre otros, aunque no tendrán acceso al contenido de los  mensajes que los participantes envíen. Eso sí, el usuario cuando quiera puede desistir de ceder sus datos, con la contraprestación de dejar de percibir el dinero estimado.

En otros países se han llegado a dar subastas de datos personales consiguiendo los subastadores desde 350 euros hasta 2000 euros. Y una publicación norteamericana creó una calculadora digital que averiguaba cuánto cuestan nuestros datos personales, basando sus resultados en cuestiones como edad, sexo o el nivel de estudio; interesando más los perfiles de usuarios reales, activos, poblados y de mejor posición económica.

Servicios gratuitos como Whatsapp, Facebook o Google son modelo de negocio en Internet, ya que los datos personales de sus usuarios son su principal vía de ingresos. Ofrecen servicios útiles, atractivos y (aparentemente) gratuitos) pero la mayoría se financian con publicidad y para hacerla efectiva se desarrollan tecnicas que acceden al comportamiento de sus usuarios.

En España, también podría ser posible vender nuestros datos personales, siempre que se cuente con el consentimiento del afectado y que se formulara por escrito. No se ha dado una forma clara de venta de datos pero hay situaciones donde se paga con ellos. No aportan un beneficio económico pero permite el acceso a determinados servicios.

En múltiples encuestas, se demuestra que los usuarios permitirían el acceso a sus datos siempre que recibieran algo a cambio, como dinero, cupones u ofertas.

Sólo el tiempo dirá si nuestra actividad en Internet será un producto en venta accesible a las empresas.

Fuente: www.elconfidencial.com

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