Yahoo ofrece a sus usuarios una alternativa a las típicas contraseñas

¿Alguna vez te has parado a pensar cuantas veces haces uso de una contraseña en un día normal? Para sacar dinero en el cajero, para consultar las cuentas online, para acceder a tu correo electrónico, para encender el teléfono, para iniciar sesión en tu ordenador, para acceder a tus redes sociales, en el trabajo…

Sin lugar a dudas, las claves son un elemento importante en la era de la información y una herramienta útil para mantener nuestra privacidad; no obstante, ello no las convierte en infalibles y libres de críticas.

En primer lugar, para proteger la seguridad de nuestros datos no basta con establecer una contraseña cualquiera sino que ésta debe ser segura y ello suele ser sinónimo de difícil de recordar. Tampoco es conveniente usar la misma clave para todo, dado que si un hacker consigue vulnerar la seguridad, por ejemplo, de una de nuestras redes sociales y se hace con nuestra contraseña podrá acceder al resto de aplicaciones que compartan la misma.

Así pues, lo más responsable es que tengamos una contraseña complicada, ¡digo segura!, para cada uno de nuestros dispositivos, aplicaciones y servicios; además de ello, que no las tengamos apuntadas en un lugar accesible, no permitir que nuestro navegador recuerde las contraseñas, no dejar jamás una sesión abierta y, por último y no por ello menos importante, cambiarlas periódicamente por otras que no hayamos usado con anterioridad.

Teniendo todo esto presente, una clave ya no parece una solución tan cómoda, al menos tal y como la conocemos, y por ello tampoco es de extrañar que de un tiempo a esta parte se hayan estado planteado alternativas como, por ejemplo, el reconocimiento biométrico o la autenticación de doble factor.

Siguiendo esta línea de búsquedas de alternativas, Yahoo ha decidido poner en marcha en Estados Unidos un nuevo sistema de contraseñas bajo demanda, al que yo me he permitido llamar «de usar y tirar», por el que los usuarios cada vez que vayan a iniciar sesión podrán solicitar que se les envíe una clave a su móvil con la que podrán acceder a su cuenta.

Este sistema, si bien es cierto que evita tener que recordar las contraseña sin la necesidad de acudir a un programa gestor de claves, no está desprovisto de inconvenientes. Entre ellos podemos destacar, por una parte, que implica dar a conocer nuestro número de teléfono.

¿Qué van hacer con él? Es preciso prestar atención a la política de privacidad y sus actualizaciones, no vaya a ser que terminemos recibiendo una gran cantidad de llamadas y mensajes publicitarios no deseados.

Por otra parte, si no tenemos el móvil con nosotros o nos quedamos sin batería, nos encontraremos en un aprieto si  necesitamos acceder a nuestra cuenta.

También debemos contar con que en algún momento el sistema de envío de contraseñas puede fallar o ralentizarse, en ese caso al usuario no le quedará más que esperar.

Al fin y al cabo, cómo suele decirse «nunca llueve a gusto de todos». Cada usuario habrá de valorar las ventajas e inconvenientes de las alternativas que en el mercado se irán presentando, las cuales cabe presumir que no serán pocas, y quedarse con la que considere más adecuada a sus necesidades.

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