La Policía Nacional pone a disposición de los padres y tutores un contrato para celebrar con los menores para concienciar sobre el buen uso de internet.

En el día de ayer, con motivo de celebración del día de internet, la Policía Nacional a través de las redes sociales, en concreto  Twitter, propuso una nueva forma para el uso seguro de la Red y el móvil entre los menores:  el contrato Padres-Hijos.

Este contrato pretende incitar a llevar a cabo un mejor y más controlado uso de los dispositivos tales como tablets, ordenadores o smartphones entre los menores de 13 años.

En el mismo se van especificando una serie de «normas de buen uso» que reflejan diversos aspectos sobre  la utilización de estos dispositivos por parte de los menores, pudiendo las mismas «cancelarse o relajarse» a medida que el menor vaya creciendo, según ha explicado el responsable de redes sociales de la Policía, Carlos Fernández Guerra.

«Hemos detectado que estos días de primera comunión es frecuente regalar tabletas, móviles u ordenadores a niños cada vez más jóvenes», ha afirmado Fernández, para quien «los padres tienen que hacer un esfuerzo por conocer la tecnología y pactar unas normas que también son de privacidad, seguridad y para evitar riesgos».

Recordemos que las redes sociales tienen estabelcida una edad mínima de uso de 13 o 14 años, por lo que hasta ese momento, los menores de la misma no deberían tener cuentas en ellas, sin embargo es una circunstancia muy dificil de controlar por parte de los padres o tutores.

Este parece ser el principal motivo que ha llevado a la Policía ha elaborar este contrato el cual consta de  veinte puntos basados en las preguntas que los padres hacen a diario a los agentes a través de las redes sociales. «Muchas de ellas reflejan su preocupación por el buen uso de la tecnología y cómo controlarlos, sobre adicciones, riesgos a la privacidad o el uso de la cámara», ha explicado Fernández, que anima a los padres a firmar este contrato con sus hijos para hacer un buen uso de estos dispositivos y evitar comportamientos como el ciberacoso.

Entre las principales bases de este particular contrato, podemos encontrar las siguientes:

Si el nuevo propietario del móvil, PC o tableta es aún pequeño, se instalarán filtros parentales y antivirus. Siempre se tendrá cuidado al abrir links extraños y al instalar programas y archivos de fuentes no fiables para evitar contenidos que puedan dañar los dispositivos.

Las redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram tienen marcada una edad mínima para su uso, fijada en 13 o 14 años. Si el menor no tiene aún esa edad, debe compartir el perfil con alguno de sus padres.

El nuevo usuario debe asumir que, hasta que sea un poco más mayor, sus padres o personas mayores de confianza deberán conocer sus códigos de acceso y las contraseñas de sus juegos, vídeos o aplicaciones para poder ser supervisados.

Los padres también se deben comprometer a no leer más allá de la estricta comprobación, a respetar la intimidad de sus hijos y a entender que deben tener su propio espacio para hablar con sus amigos.

En las relaciones a través de las redes sociales, foros o videojuegos online, el menor no debe añadir a nadie que no conozca en la vida real. Además, deberá desconfiar de todo lo que le cuenten y evitará facilitar datos personales de cualquiera.

En caso de tener problemas o de ser acosado por cualquiera a través de la red, el menor debe contárselo a sus padres para buscar una solución. Si el problema surge en el colegio, se deberá acudir a los profesores. Si el caso va en aumento, la familia podrá consultar y denunciarlo ante la Policía.

El menor no compartirá ninguna foto íntima o inapropiada. En caso de que reciba alguna imagen ofensiva o dañina para alguien, la borrará y exigirá que no se reenvíe.

El menor deberá dejar a cargar el móvil durante la noche en una zona común de la casa y no se lo llevará a la cama.

El joven se comprometará a no utilizar Internet para acosar, humillar, ofender o molestar a ningún compañero de clase, vecino o conocido. Tampoco será cómplice de acoso, ni por reenviar determinados mensajes, ni por su silencio.

Para aquellos padres o tutores que  se animen a fomentar el buen uso de las tecnologías entre sus hijos pueden descargarse el contrato pinchando aquí.

 
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